Habitacion 3 (2/3)

- Ya ya -dijo entre risas- ya paro, no seas rudo. -le guiñó un ojo.

- ¿Eh? Yo te veo bastante hombre -mirándo descaradamente el lugar del chico que comprovaba su afirmación y sonriendo- ¿Por qué lo dices?

Evocó varias ocasiones en que el había dicho lo mismo, naturalmente su opinión era muy diferente ahora.

- No es cierto, los hombres si pueden llorar también -voviendo a rodearse la cintura con la toalla, ya mojada- Si tienes ganas de llorar lo peor que puedes hacer es guardártelo.

- ¿No te da verguenza andar sin toalla cuando la tengo puesta? -enseñándole la lengua con gesto rudo- además es mía, hasta le puse un nombre -moviendo la mano para que se la diera.

- Es un nombre muy estúpido -sonrojándose al pensarlo- venga, dámela o me voy a enfadar.

Se rasco una mejilla mirando al suelo avergonzado.

- Se llama Copenhague... ¡Ahora dámela de una vez! -aleteando cómicamente con los brazos de forma rápida.

La tomó bruscamente y la apretó con fuerza con los dedos.

- Ya te dije que era un nombre tonto, no me molestes... -evadiendo la pregunta.

- Pero... -se sentó junto a él y pasó una mano por u nuca de lado.- si no quieres está bien, además, lo que más ocupa mis pensamientos ahora mismo eres tú.

No podía negar que la echaba de menos, pero se guardó cualquier comentario.

- Mientras esté contigo, la verdad no me importa donde sea -no mentía en sus palabras...

No dijo nada, probablemente el chico tenía mucha razón y con conocimiento de ello apartó la vista y se quedó mirando al piso como si fuera de lo más ineteresante.

- Claro que hay que llevarlo, aunque tal vez sobreviva más tiempo sin tí -en tono de broma- bueno, ahora enserio, preferiría que tu decidieras donde...

- No dije que fueras un peligro, al menos no para la mayoría de la gente -entre risas- bueno, mira... esta bien si para tí esta bien -confusamente.

- Para él por ejemplo -hizo una pausa- nah, broma, no eres peligroso... aveces -lo miró fijo- b-bueno, ahí entonces.