Patio trasero

- Nah, seguro que le agradece a Dios que me ocupe más de tí y menos de molestarle y mandarle. Probablemente si le cuento a lo más podría lanzarme una de sus miradas escalofriantes habituales y decirme "e' tu d'cición ¿a mi que m' pregunta'? " -imitando el impascible tono de voz de su hermano.

- Yo se perfectamante que no le preocupo, aunque obviamente no puede vivir sin mí -sonriendo de medio lado, con algo de arrogancia en lo último- Lo que tengo claro es que poco va a importarle.

- Hahaha ¿yo, importarle? - hace una mueca de enojo infantil- claro que ÉL no puede vivir sin mi.

- Claro que puedo estar sin él -frunciendo el entrecejo le enseñó la lengua.

- ¡Si puedo! -casi en tono de berrinche- oye, no puedo creer que estes celoso de mi hermano -alzando una ceja

- Es completamente normal que lo quiera -mirando hacia un lado un poco avergonzado de haber dicho- bueno, procura no ponerte así... te he dicho un montón de veces que sólo a ti te amo de la forma en que lo hago.

- Habla claro -frunciendo ligeramente el entrecejo, aproximándose bastante a él.

Hizo una mueca extraña con la boca, luego lo besó bruscamente aún con el entrecejo un poco molesto.

- Que quede claro, muy claro que eres el único qyue ocupa este lugar por completo -le tomó una mano, colocándola en su pecho con fuerza.

- O-Oi, no tienes que agradecer eso -sonrojándose bastante, sin cambiar la expresión inicial.

- Ya... -entornó los ojos, relajando un poco más el gesto, al tiempo que le entregaba una amplia sonrisa- jeje.

- Que linda es tu sonrisa -comentó mientras apoyaba una mano en su rostro y con el pulgar le delineaba los labios.

- Aw~ -se acercó a él un poco más para unir sus labios, esta vez de un modo más pausado.

- ¡Hmp! -se sorprendió ligeramente del repentino comentario- ¡claro que no! -un poco más rojo que antes.