Desván de la escuela

Se miró a si mismo, fijando especial atención al lugar donde sabía estaba mirando Gilbert. Maldición, dolía tanto que no se sentía capaz de negarlo. Tuvo que mirar hacia un lado e inventarse una sonrisa falsa.

- ¡Estoy bien! No es nada -cerró los ojos en un intento de gesto animado, llevándose una mano a la zona.

-Espérame aquí... -le besó de nuevo en los labios separándose enseguida y recogiendo los restos de su camisa para colocársela y salir de allí

- Yo podría haberle prestado mi camisa... -pestañeó un par de veces, acomodándose en el piso para luego dirigir la vista al techo del desván. Cerró los ojos.

Volvió rápidamente y cerró la puerta del desván con cuidado de no hacer ruido. Se sentó junto al otro colocando a su lado una bolsa de hielo y una toalla y le acarició una mejilla con el dorso de la mano para comprobar si dormía.

No se sentía nada desagradable el toque se su mano, la tomó con una de las suyas y la acarició con suavidad, apegándola un poco más a su cara. Entreabrió los ojos y le observó.

- No tenías que molestarte -dijo con la vista fija en la bolsa de hielo. Le sonrió, esta vez de una forma mucho más sincera.

-Claro que tenía... es culpa mia... -le levantó un poco con suavidad colocando la cabeza del otro en sus piernas y luego la toalla en la clavicula para luego colocar la bolsa de hielo.

- No vuelvas a culparte, ens----¡A-Aah! -abrió la boca en demasía, dejando escapar aquella exclamación adolorida-. D-Duele~, hehe -cerró los ojos con fuerza, intentando no deformar la sonrisa.

Le acarició el cabello con suavidad intentando tranquilizarle.

-Lo se... pero sino sera peor... y es culpa mía, de no ser por mi estarías perfectamente...

- No deberías preocuparte por mí ahora ¿sabes? -cerró los ojos- ¡Yo estoy bien! ¡Enserio! -se hizo el fuerte, como de costumbre-. Tú eres quien me preocupa.

-Yo estoy bien... -le acarició el cabello aun preocupado por el otro- no es como si unos cristales fueran a acabar conmigo

- Pero seguro te hiciste mucho daño -entrecerró los ojos, extendiendo una mano para acariciarle tras la oreja.

-Duele un poco pero... comparado con la otra vez no es nada... -se mordió el labio tratando de no recordar aquello

Su mirada se oscureció un poco, dándole un aspecto algo triste aún a pesar de la sonrisa que le poblaba el rostro.

- Lo de hace un tiempo ¿No?

Asintió fijandose entonces en la mirada del otro y bajando la mirada.

-Lo siento... debe molestarte que hable de eso...

- No, no es que me moleste- "es que me duele imaginar cómo lo viviste" hubiera querido agregar, pero las palabras simplemente no salieron.

-No lo mencionare mas... -aunque no lo admitiera despues de lo sucedido no podia comportarse con normalidad y mas habiendo presenciado como dañaban a la persona que amaba.

- No te preocupes, enserio -se incorporó, sentándose de piernas cruzadas nuevamente. Lo miró, de frente y fijo. Le tomó el rostro con ambas manos y juntó sus frentes, sin decir nada.

-Pero... te pones triste... -alzó la mirada para mirarle a los ojos- ¿no estas enfadado conmigo por quedarme a solas con él?

No negó lo primero, sin embargo respondió muy seguro a lo segundo.

- No te diré que no me heriste el orgullo, pero más que nada me preocupaste. N-No vuelvas a hacer algo como eso.

-Tenia que hacerlo... no podía dejar que le hiciera daño a West... pero... lo que mas me duele es que te hiciera daño a ti...

- Yo sé, yo sé que no podías dejar que le hiciera daño, pero por mí no tienes que preocuparte ¡Enserio! ¡El no puede con mi ilustre persona! -intenta animarle un poco. La verdad había tenido peleas iguales o peores en el pasado.

-A-Ahora te resultare desagradable... -trata de cubrirse los arañazos y marcas hechas por el ruso con los restos de su camisa.

Se quedó en silencio, alzando una ceja para seguidamente abrir mucho la boca al exclamar.

- ¿¡Estás bromeando o algo parecido!? N-No es gracioso, no es nada gracioso -frunció el ceño bastante, al tiempo que lo tomaba por los hombros- Nunca me podrías resultar desagradable, t-tsk.

-Pero... estoy lleno de marcas suyas... y él me decía que después de tocarme nadie mas iba a querer estar cerca de mi... -hablaba totalmente enserio, lo dicho por el ruso su primer año se había grabado en su mente.

- ¿Te paresco alguna clase de estúpido capaz de dejarte por unas cuantas marcas? ¿¡De verdad crees que voy a hacerlo!? -lo remueve un poco, agachando la cabeza más tarde y sonriendo tristemente- je, creo que no te he dado la seguridad suficiente ¿Verdad que es eso?