Habitación 1 (2/3)

- P-Pero… tu dedo -notoriamente estaba por eyacular, pero la obstrucción del dedo no le dejaba, por lo que un gran gemido se le escapó de la boca al chico.

Terminó, acompañandose de un sonoro gemido. Jadeó luego en señal de que buscaba normalizar su respiración.

Colocó el revés de su mano en su frente, jadeando bajo, mientras secaba parte del sudor que ahí alojaba.

- O-Oi -lo llamó, aún haciendo esfuersos por respirar de manera fluida- ¿e-está bien dejar que... el ave vea eso?

- ¿Piensas que va a entender con que le digas eso? -se contubo de la risa, pero se notaba que en realidad iba a estallar en carcajadas.

Esta vez si se permitió reir, aunque unos segundos.

- ¡Eso es un ave con actitud! -recobrando ya la fuerza y el tono brusco que solía usar normalmente.

Se levantó levemente, para luego reclinarse lo suficiente como para poner su mano sobre el pollo y mirarle fijo, sin embargo no lo tocó.

- ¿Qué pasa si lo tomo? -le preguntó al alemán moviendo los dedos.

- No sé, pensé que talvez te molestaría -acercó sus manos al animal tragando saliva, desde hace rato sentía curiosidad por cómo sería el tacto de sus plumas.

Cuando estubo a punto de cogerle, quitó la mano, no iba a aceptarlo, pero tenía miedo de hacerle daño al pollito.

- ¡¿A quien llamas ton...?! to -miró al animal sobre su mano, sus ojos irradiaron un brillo estúpido- Es tan...pequeño~.

- Me pregunto... a qué sabe -comentó, en realidad no iba a comerlo, pero quería ver la reacción del otro.

Infló una mejilla dejando al pollo sobre la cama mientras se arreglaba el pantalón correctamente.

Lo miró fijamente un segundo, se sentó en la cama de piernas cruzadas, estubo así un minuto, dos.

Se cansó finalmente, tomó un cojín y se lo lanzó como si nada.