Habitación 1 (2/3)

No lo dudó un segundo, sus mejillas ardieron levemente mientras giraba la cabeza y delineaba con la lengua los labios de Gilbert. Sus dedos dibujaron el cuello del chico hasta alcanzar su mentón, atrayéndole.

- Se oye bastante bien -susurró, contra su boca.

Se acercó con lentitud a los labios del otro tomándole por las caderas para atraerle mas contra si acercándose cada vez mas hasta casi rozar sus labios... pero entonces Gilbirt que aun seguía en su hombro le picó ene l cuello y pió junto a su oído provocando que se alejara y soltara al otro.

-¿Que...?

Cuando estubo a punto de cerrar los ojos por completo, se fijó en la forma en que el otro se alejaba y se dirigía al pequeño pollo.

Bufó, no demasiado alto, pero lo suficiente como para expresar molestia.

- ¿Qué es lo que quiere ahora?

Vió como el pollito se frotaba contra su mejilla, sonrió y le acarició con dos dedos.

-Creo que solo quiere mimos

- No es sólo él quien quiere mimos -hizo una mueca divertida y algo infantil, inflando las mejillas y frunciendo el ceño.

Bueno, como sea, debía darle su espacio (supone). Se acomodó, apoyando la espalda en la pared mientras permanecía sentado en la cama.

Se aseguro de que el pollito estuviera bien sujeto y tiro del otro colocandolo sobre sus piernas para acariciar sus mejillas con el dorso de la mano mientras acariciaba al pollito con los dedos de otra mano.

No es que no le gustaran sus caricias, pero no dudó un sengundo en voltearse hacia su cabello y olerle. Acariciando, sintiendo la suave textura de las hebras albinas de Gilbert.

Cerró los ojos disfrutando de la cercanía y el tacto cálido del otro sin prestarle atención a su pollito que intentaba llamar su atención.

Besó su cabeza con suavidad, su lóbulo,hasta su cuello. Se detubo ahí, y no dudó en continuar con los mimos mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro.

Retiró la mano de la cabeza del pollito rodeandole la cintura y atrayendole mas hacia si solo concentrándose en los mimos que el otro le proporcionaba

Lo besó suavemente, sin involucrar la lengua y acariciándole también ayudado de la punta de su nariz. Bajó hasta el pecho de Gilbert, aspirando su aroma para luego ascender por el mismo camino, quedando frente a su boca.

Volvió a atraerlo hacia si con los ojos cerrado, colocó las manos en su rostro acariciándole las mejillas con los pulgares aspirando su aroma mientras rozaba sus labios con los propios.