Habitación 1 (2/3)

Sus brazos le rodearon el cuello y amagó el rostro en su mejilla, dejando un beso en ella y luego separándose un poco.

- También te amo, creo que demasiado.

- Perdona -se disculpó finalmente de su conducta, ya con un tono más firme y menos vulnerable.

- Ya...bien -se levantó, le dió la espalda a la cama y se limpió los ojos con el antebrazo, luego volteó a verle otra vez- Pasado entonces.

- No lo estoy... -aseguró con una sonrisa tranquila, que aunque no era enérgica como de costumbre era suficiente para transmitir que se sentía bien.

- No sé cuantas veces ya lo he dicho, tú me haces feliz, no tendrías ni que esforzarte.

No lo negó, sabía perfectamente que era verdad.

- Pero ahora estoy de lo más bien...ya no importa. -sonrió ampliamente al oírle usar otra vez aquel sobrenombre.

- Si te hago tan feliz con algo tan simple, creo que debería decirte todas las veces que estoy feliz, je.

- Aw que tierno eres -se volteó sin separarse de él- pero seguro hay cosas que te molestan -rió-.

Suspiró sin dejar de sonreír, volviendo a su actitud habitual.

- Me gusta que seas optimista.

- Amo tu forma de ser entonces -entrecerró los ojos y ladeó la sonrisa.

Le besó la frente, reposando la nariz en sus cabellos para respirar hondamente.

Calló junto a él, recargándo la mano en la cama para no aplastarlo.