Habitación 1 (2/3)

Se inclinó para apoyar las manos en las sábanas y apretarlas con fuerza. Sus ojos se cerraban con fuerza para que no se escapara una sola lágrima.

- N-No, d-déjala dentro.

- A-Ah... -gimió arrugando el entrecejo, ayudándo al otro en el movimiento al subir y bajar la cadera.

- ¡A-Ah! ¡G-Gilbo! ¡Aaah! -gimió, resoplando y apoyando las manos en su pecho, para ayudar a aumentar el ritmo tambien.

-M-Math -soltó mas como un gemido ronco y aumento el ritmo

Terminó por dejar salir un sonoro gemido mientras sus caderas se movían más rápido para sentirlo más profundamente.

Paseó las manos por su pecho, inclinándose luego para besarle con pasional violencia. Dolía, si, su entrada y labios ardían pero eso le estaba gustando.

Se separó de súbito y fino hilo de saliva unía sus labios, se quedó reclinado hacia él, mirándolo fijo a los ojos, jadeando y con el entrecejo arrugado.

Su cadera se movía al compaz de la de su contrario, reteniendo algunos gemidos y dejándo salir otros. Deslizó su mano por el pecho del otro, atrapando uno de sus pesones y pelliscándolo con fuerza.

Sus ojos involutariamente se cerraron con fuerza, gimiendo suavemente entre el beso cuando se sintió llegar al orgasmo sobre el vientre del alemán.

Entreabrió los ojos sólo cuando hubo recuperado parte de su ritmo normal de respiración.

- Si el animal no quisiera ver, no lo haria -soltó como si fuera normal decir tan cosa, que más que nada sonó como toda una estupidés. Sobretodo si hablaban de un... pollo.

Miró al ave enarcando una ceja, como si no terminara de creerse lo que dijo el otro.

- Un pollo no puede ser eso -inquirió acomodándose los pantalones, sin dejar de posar sus ojos entrecerrados del pequeño pollo.

- No sé ¿Coincidencia por ejemplo? -se tumbó al lado de Gilbert- Oi, pollo, ven -movió su mano para apoyar sus palabras, aún viendo al ave.

- Mira pollo -le dijo mirándolo seriamente- No sé por qué tanta desconfianza, si hasta has dudado en venir ¿Me equiboco? -se sentía idiota hablándole a un ave, pero bueno... - No le haré nada malo a tu querido Gilbo, así que no nos mires como si fuera a hacerle daño o algo por el estilo.

- Maldita ave -con una sonrisa enfadada y un tono profundo y algo golpeado, picando con un dedo la cabeza del pollito- ¿Y tú de qué te ríes? -enseñándole la lengua a su compañero.