Aula de 3-A

- Pues... haha claro que se ven bien en ti, se ven menos toscos y asi es mas lindo - sonríe y se acerca- aunque no creo que me la pase tooodo el matrimonio así, por que me gustas como hombre -alzando una ceja-

Se hechó para atrás el pelo y lo miró verdaderamente confundido, por primera vez no supo decir si realmente el chico le hablaba enserio o no.

-Vamos, en dinamarca la familia es algo importante, así que será mejor que cuando digas algo así lo hagas enserio -le removió el cabello.

Tragó saliva, y una gota de sudor le recorrió la frente para bajar por su ruborisado rostro.

-Bueno, de todos modos... ¿Serás capaz de mantener tu desición? -bajó la vista, sonriendo casi forsadamente-

-Su concepción sobre mi persona me tiene sin menor cuidado.-le responde a la mujer, mirandola despectivamente, tomo el celular de su hermana, lo leyo y fue lo único que logro ponerlo de malhumor.-Nos retiramos a nuestra habitación, hoy no daremos clases, estoy cansando del viaje.


-Elizabetha despidete de quien deseas, nos retiramos a nuestra habitación.-le dice a su hermana, le regresa su celular, le toma de la mano y se le besa, lo único que realmente le importa es estar cercas de su hermana, es la única persona que realmente valía la pena.-Es necesario revisar el material para las clases.

-Si desea mi renuncia, se la doy encantado, no mejor dicho encantados.-camina con su hermana tomado de la mano.

Escucha las palabras de la jefa de estudios, tomada de la mano de su hermano le decidió hablar.

-Es un halago, pero lamentablemente si mi hermano desea marcharse lo haré con él, con su permiso nos retiramos a nuestras habitaciones, hoy no daremos clases.-le dice sinceramente, le da un beso en la mejilla.-Nunca nos hemos separado.

Separarse de su gemelo es algo que nunca podría imaginar, era su amado hermano, la mejor persona en el mundo.

-Procure por favor que nos toque el horario seguido.-le muestra una sonrisa.-Es un favor especial que le pido, que cuando el inice una hora, yo siga a la siguiente y viceversa, mañana temprano paso por nuestros horarios, con su permiso

Miró a los demás, pero decidió concentrarse en lo que le decía Gilbert.

- Tú... ¿Estás completamente seguro? -mirada penetrante

- Después no estés arrepintiendote ni nada... -frunció en entrecejo, y lo abrazó por el cuello.

Cada vez que lo decía, sentía que su pecho se llenaba de aire y que se quemaba por dentro, era un sentimiento demasiado cálido.
Le dió un beso corto en los labios.

- ¡Y-Ya te oí! -cerrando los ojos, no lo miró por que no pudo evitar poner esa cara de felicidad, que le parecía casi estúpida.

- ¡Me queda claro, si! ¡Muy claro! ¿si? -titubeante, sintiedo esa respiración contra la suya y esos labios rozándole.
Se estremeció entonces, y volvió a cerrar los ojos.

- ¡Ngh! mmm... -Iba a replicarle, no supo bien que, pero fue atrapado por esos labios otra vez, así que más bien terminó dedicandose a sentirlos completamente.

- No me quejo... -sonrisa- ja, no se si tomar eso como algo bueno o una amenaza - estiró los labios más ampliamente y sonrió. - Aunque de todos modos, lo mismo va para ti -dijo en respuesta a lo dicho por su amigo

-Nnng.. no h-hagas eso aqui -encojiendo un poco el cuello al contacto.