Cafeteria.

Levantó la mano a forma de despedida con un gesto fastidiado, después de todo no iba a ser un maleducado.

Se volteó hacia el chico y se sentó en una silla frente a él, apoyando los codos en la mesa.

- ¿Y ahora? No me digas que estás molesto...

Recargó la cabeza en sus manos y suspiró.

- ¿Y ahora por qué? ¿Qué es lo que hice?

- Oh, claro, no te presto atención, ni siquiera me fijé cuando hablabas con ella acerca del curso en el que estaba, para nada escuché tus advertencias sobre el húngaro y de lo curioso que era que fuese hermana de Antonio. Que por cierto nisiquiera oí que te parece está bueno -recitó con sarcasmo- y encima me dices que no hay razón para que me preocupe -suspira otra vez.

- Yo sólo digo lo que escuché, si he mentido dímelo, tampoco lo digo de esa forma que crees. ¿De quien crees que pienso eso por ejemplo?

- Ugh, ¿estás diciendo que sienta fatal escucharme? Bien bien -le muentra la lengua- Una cosa es condiderar atractivo y otra es gustar.

- Te enojas tan fácilmente -dijo como si fuera la persona más difícil de enfadar en el mundo- vamos, no me gusta que estes molesto conmigo -en tono infantil.

- ¡Ja! ¡No eres el único que puede ignorar! -en el mismo tono de antes, se llevó presurosamente unas papas a la boca y luego tomó de su bebida de la misma forma para tragar. Todo eso en menos de 3 segundos (?). Sin quitarle la vista de encima, se aburrió luego del silencio y de no decirle nada, así que su intento de ignorarle falló rotundamente- ¡Aaaah! ¡Préstame atención! -le picó la mejilla.

- Si no quieres hacerlo en realidad, no lo hagas -cruzó los brazos en la mesa y apoyó el mentón en ellos mirando hacia otro lado- Eres cruel...

Arrugó la nariz y continuó en su posición, aunque en realidad habría querido abrazarle...

- No lo hagas sólo porque yo te lo dije.

- No estoy siendo de ninguna forma - no pudo resistirlo y le abrazó también- tú eres el que disfruta molestarme.

- No se nota para nada -frunció el ceño y le mordió el cuello con fuerza como castigo, aún abrazado a él- y eso es lo que te ganas por ello...

- ¡Claro que si! -exclamó contra su cuello- Si tu me fastidias yo también lo haré -le clavó los dientes en ditintos puntos de esa zona.

Le lamió la saliva si besarle aún.

- ¿Tú...? -enseñando los dientes sólo del lado derecho por la sonrisaque tenía, mientras movía la mano sobre el lugar en la que el chicho la había dejado- Mira que mal lugar has escojido ~ -dijo como si no fuera por su causa.